Brewing Bliss Tea Revolution: Cómo hacer tu propio té de Kombucha

Imagínese el placer de beber un vaso ácido y gaseoso de Kombucha elaborado por usted mismo. Imagínese conociendo todos los ingredientes y estando orgulloso de su logro. Esto no es una bebida. Más bien, es un viaje que explora el arte de la fermentación. Lectura recomendada?

Es importante comenzar con un SCOBY, que es un cultivo simbiótico de bacterias y levaduras. Es como tu amiga kombucha. Es una baba de aspecto extraño, pero muy esencial. No es té dulce sin la masa gelatinosa.

Comience con té blanco o negro. Manténgase alejado de los tés aromatizados. Pueden alterar el encanto de tu SCOBY. Cuando el té esté caliente agrega una taza de azúcar. Es una taza llena. No te preocupes: ¡el SCOBY se lo come todo!

Enfríe su té endulzado hasta que alcance la temperatura ambiente. Luego agrega tu SCOBY. Si hace demasiado calor, terminarás con una sopa de bacterias muertas. ¡Eso no es lo que nadie quiere! Vierta la kombucha enfriada en un frasco grande. Introduzca su SCOBY, junto con el líquido inicial sobrante de lotes anteriores o la kombucha cruda comprada.

Cubre el recipiente con un trozo de tela o filtro de café y asegúralo con una goma elástica. Deje el frasco a temperatura ambiente durante aproximadamente 7 a 10 días. Cuanto más largo sea el proceso de fermentación, más picante será la bebida. Observa cómo avanza la mezcla mirando debajo de tu paño.

Te alegrarás de haber esperado cuando finalmente puedas probar tu cerveza casera. Retire el SCOBY cuando esté satisfecho. Guarde un poco de este líquido para un lote futuro.

Aquí viene la diversión: ¡embotellar y aromatizar! Con un embudo, transfiere la kombucha del frasco a las botellas. Deje algo de espacio en la parte superior para que se acumule la carbonatación. Ahora puede agregar frutas, hierbas o especias a la mezcla para obtener una variedad de sabores.

Selle herméticamente las botellas y déjelas reposar a temperatura ambiente durante 3 a 7 días más. Esto ayudará con la fermentación secundaria o efervescencia. Después de eso, mételos en el refrigerador durante unas horas para que se enfríen antes de beberlos.

Recuerde, preparar kombucha implica tanto arte como ciencia: una colaboración entre usted y la naturaleza. Habrá ocasiones en las que las cosas no saldrán como esperas. Se puede formar moho (deseche ese lote) y puede tener un sabor extraño (ajustando el tiempo de preparación). Sigue probando cosas diferentes hasta conseguir el sabor perfecto.

Después de una mala experiencia, les puedo contar que accidentalmente abrí mi kombucha cuando aún estaba en fermentación secundaria. ¿El resultado? Una explosión combustible. Nunca manipules la kombucha con cuidado.

Puedes ver lo que quiero decir (¿ves? Hacer kombucha desde cero es más complejo que simplemente crear una bebida. Requiere paciencia, creatividad y voluntad de aceptar lo inesperado.

Toma tu SCOBY ahora mismo y comienza a crear felicidad. ¡Nunca te arrepentirás de haber vivido esta experiencia efervescente!

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